25/9/17

Os Propíleos da Acrópole en "El asesinato de Sócrates"


Atenas, noviembre de 430 a.C.

Enseguida llegaron a la inmensa escalinata de piedra que ascendía hasta la Acrópolis. Tenía una longitud de cien pasos y una anchura de treinta, y estaba dividida en dos por una rampa lisa por la que subían los carros. Eurímaco y Perseo comenzaron a ascender los escalones con la mirada puesta en los Propíleos, la monumental puerta de entrada a la Acrópolis. Las obras se habían interrumpido bruscamente hacía un par de años, pero el conjunto estaba casi terminado. Los propíleos semejaban la entrada a un templo, con seis grandes columnas y un frontón construidos con mármol del monte Pentélico. Aunque carecían de decoración escultórica en el friso y el frontón, su apariencia era similar a la de la fachada principal del Partenón y eso incrementaba la sensación de armonía que transmitía el conjunto de la Acrópolis.

Los atenienses que ascendían la escalinata junto a ellos iban en silencio o conversaban en voz baja. A través de los Propíleos se penetraba en el recinto sacro de la Acrópolis, y aquella puerta parecida a un templo reforzaba la impresión de acercarse a un área sagrada.

La estructura de los Propíleos incluía una prolongación perpenticular en cada lateral: dos edificaciones más pequeñas que flanqueaban el portal de entrada y a las que también se accedía a través de columnas.

Eurímaco señaló uno de los muros del conjunto.



-¿Ves esos salientes en los bloques de mármol de la pared?

-Sí, parecen adornos.

-Puede ser , pero no deberían estar ahí. Los obreros no los quitaron porque los trabajos de construcción se pararon de golpe cuando empezó la guerra. ¿Sabes para que sirven? –Perseo negó y esperó a que continuara. Le encantaba que su padre le explicara cosas-. Se pasa una cuerda por debajo de ellos y así se levantan los bloques para ponerlos en su sitio. Los salientes se tallan en la cantera de mármol, en el Pentélico, cuando se da forma a los bloques. Después de colocarlos en su posición definitiva, hay que quitar los salientes para que el muro quede liso.

Perseo observó con detenimiento los bloques de mármol y luego se volvió hacia la parte inferior de la escalinata.

-¿Cómo suben hasta aquí esas piedras tan grandes? ¿Y cómo las traen desde el Pentélico?, ¿en carros?

-Muchas veces en carros, y otras rodando.    
                                    
-¡¿Cómo van a traer rodando bloques cuadrados?! –Perseo estaba seguro de que su padre le estaba tomando el pelo.

-No es como te imaginas. –Eurímaco rio-. Tú mismo lo has visto alguna vez, lo que pasa es que eras muy pequeño y no te acuerdas. Se puede encajar un disco de madera en cada extremo del bloque, luego se meten unas pequeñas barras de metal en los laterales, a modo de eje central, y se pone en una estructura de madera de la que pueden tirar unos bueyes haciendo que el bloque de mármol ruede.

Marcos Chicot. El asesino de Sócrates. Barcelona, Círculo de Lectores, 2016, pp. 177-178.


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